Hay dos tipos de justicia en este mundo, que están siempre en conflicto entre sí: la justicia de Dios y la justicia del hombre. Aunque la justicia de Dios se encuentra con muchos obstáculos, siempre prevalece sobre la justicia del hombre y nos lleva a la victoria. Esto se debe a que la Palabra de Dios es todopoderosa. Como el poder de Dios está con nosotros, podemos probar sus bendiciones, porque la Palabra de Dios llega a nuestros corazones, pensamientos y almas, y nos trae las bendiciones.