Rev. Paul C. Jong
Índice
Prólogo
1. ¿Qué son estos pocos panes y peces para tanta gente? (Juan 6, 1-15)
2. Creer en Aquel que Dios ha elegido es la obra de Dios (Juan 6, 16-29)
3. Trabajen por la comida que dura hasta la vida eterna (Juan 6, 16-40)
4. Vivir según el Espíritu (Juan 6, 26-40)
5. Trabajen por la comida que no perece en este mundo (Juan 6, 26-59)
6. Debemos comer el pan del cielo por fe en el Evangelio del agua y el Espíritu (Juan 6, 28-58)
7. Jesucristo, que se convirtió en el pan de vida para nosotros (Juan 6, 41-51)
8. ¿Cómo podemos comer la carne de Jesús? (Juan 6, 41-59)
9. Crean en Jesús que vino del Cielo como su Salvador en sus corazones (Juan 6, 41-51)
10. ¡Jesús nos ha dado la verdadera vida eterna! (Juan 6, 47-51)
11. Cómo participar en la Sagrada Comunión con la fe adecuada (Juan 6, 53-59)
12. Jesús, que nos ha dado el pan de vida (Juan 6, 54-63)
13. Deben predicar la carne y la sangre de Jesús a los miembros de su familia (Juan 6, 51-56)
14. ¿Por qué debemos vivir? (Juan 6, 63-69)
15. Debemos conocer la Verdad correctamente (Juan 6, 60-71)
Jesucristo nos ha dado la vida eterna a través de Su propia carne y sangre
La Iglesia cumple dos sacramentos ordenados por Jesucristo. Uno es el bautismo y el otro la Sagrada Comunión. Participamos en la Comunión para rememorar el Evangelio de Verdad revelado a través del pan y el vino.
En el rito de la Sagrada Comunión comemos el pan en memoria del cuerpo de Jesús y bebemos el vino como recordatorio de Su sangre. Por eso el verdadero significado de la Sagrada Comunión es el de reforzar nuestra fe en la Verdad de que Jesús nos ha salvado de los pecados del mundo y nos ha dado la vida eterna a través de Su bautismo y Su muerte en la Cruz.
Sin embargo el problema reside en que casi todos los cristianos participan en la Sagrada Comunión sólo de manera formal, sin darse cuenta de lo que Jesús quiso decir con la frase: «Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida» (Juan 6, 55). Por tanto dentro del Evangelio del agua y el Espíritu debemos centrarnos en el significado del mandamiento de Jesús que dice que debemos comer Su carne y beber Su sangre, y debemos creer en él.